DIARIO DE UNA BIMADRE III: El primer mes con las dos

miércoles, julio 06, 2016

Que nadie os engañe, el primer mes con dos es duro, muy duro. Sabía desde que me quedé embarazada, que al tener dos niñas tan pequeñas iría bastante de bólido, pero aún sabiéndolo y estar más o menos concienciada, el primer mes me costó mucho y a mi nadie me lo había dicho. Es por eso que os quiero contar mi experiencia, porque al final a todas nos pasa lo mismo y no tenemos que guardárnoslo.



Llegas a casa del hospital feliz, con tu bebé en brazos y deseando ver cómo reacciona su hermana al verla. Micaela tenía sus momentos, así como se la comía a besos, de vez en cuando le soltaba alguna bofetada, nada fuera de lo normal, los celitos típicos. Micaela no lo ha llevado del todo mal, eso sí, su "mamitis" se multiplicó en un 200%. Algo que hacía que mi atención por ella creciera para que no se sintiera "abandonada". A mi favor he de decir que, el hecho de no dar el pecho, me ayudó mucho a poder gestionar esta mamitis, cuando estaba acompañada los biberones se los daba otra persona y así yo podía estar con Micaela. Pero pese a esto, las primeras gestiones son complicadas.

Tu cuerpo no está del todo recuperado, tienes un bebé al que necesitas atender en todo momento, incluyendo las noches, una niña que requiere de ti más que nunca, un marido y un millón de hormonas corriendo por tus venas... ¡Mezcla letal!



Recuerdo que, durante este primer mes, hablaba con una de mis hermanas, que tiene 5 hijos, y le decía: "¿Cómo pudiste tener un tercero tan seguido? Yo creo que después de esto me planto" Y ella, que es uno de esos casos excepcionales en los que nunca se ha agobiado con sus hijos, porque sí, aunque no lo digan, todas las madres se agobian o se estresan en algún momento, me dijo: "Moni, tranquila, es el primer mes, en cuanto te organices y cojas una rutina, todo cambia" Yo sinceramente no veía la luz, pero... ¡Cuánta razón tuvo!

Un mes, sí, sólo un mes. Pero puede parecer un año.

Lloré, ¡No sabéis lo que llegué a llorar! Quería llegar a todo y no podía, y eso me mataba.

Discutí. Mucho también. El cansancio y las hormonas pueden jugarte una mala pasada. Piensas más de una vez que te has precipitado, que no puedes estar todo el día discutiendo viviendo como estás viviendo un momento tan bonito como es el de la llegada de un bebé. Me sentía un bicho raro, hasta que lo empecé a comentar con amigas y a todas les pasó lo mismo. Frases como: "¡Uy! Yo a punto del divorcio" "Yo le mandaba a dormir al sofá"... ¡Qué alivio! No era la única pero, ¿Por qué nadie me lo había dicho? Al final, cambias de actitud, respiras, coges una botella de vino para compartir con tu pareja y te ríes de la situación.



Como ya me decía mi hermana todo es hasta que te organizas. Puedes tardar más o menos, pero de repente un día te despiertas y te das cuenta de que lo tienes todo controlado. Vas al parque con las dos y lo gestionas, bañas a una mientras pones el chupete a la otra para que no llore, preparas la cena mientras das un biberón... Y entonces disfrutas, mucho. Y empiezas a pensar, que no es tan mala idea pensar en tener un tercero...



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1 comentarios

  1. Me ha encantado tu post Monica. Mi experiencia con la primera y única hasta el momento ha sido bastante buena, lo llevé bastante bien, dentro de todo lo que conlleva el cambio de vida, el cambio en la pareja, en el hogar etc.. Pero me da un poco de pánico el segundo. No sé cuanto es el tiempo ideal que se lleven el 1º con el 2º, no sé si podré llegar a todo como dices, teniendo en cuenta el plus que soy autónoma y las bajas maternales no se asemejan a la de una trabajadora por cuenta ajena ni de broma, por las discusiones con la pareja etc, por si el segundo no es tan buen@ y dormilon como la primera.. vamos por todo lo que dices... Parece que como te decía tu hermana Bea (menuda campeona por cierto) si que se puede y es todo cuestión de tiempo. A ver si me animo el año que viene, porque también hay otro factor, la edad que se echa encima agggggrrr !!! besos. Irene

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