Sois muchos los que me habéis pedido que vuelva a publicar posts sobre decoración, que últimamente los tenía un poco olvidados. La verdad es que me encanta hacerlo así que... ¡Allá vamos!
Como ya os he contado en más de una ocasión, soy de las personas lentas a la hora de decorar mi casa, de hecho, llevo ya dos años en el piso y nuestras paredes, por ejemplo, siguen blancas y vacías... Así que, como septiembre es el mes de los propósitos, me he propuesto dar vida a las paredes de mi casa pero ¿Cómo? ¿No os parece muy complicado? A mi sí.
Cuadros clásicos, no, fotos familiares, en el salón, no me apetece... ¿Qué pongo? La verdad es que me ha parecido una de las decisiones más difíciles a la hora de decorar el piso, quiero algo diferente, espectacular y de lo que no me canse rápidamente...
Una de las opciones que más se me está pasando por la cabeza es la de poner un fotomural, he descubierto Pixers, una web dónde tienes, además de muchos productos gráficos, un montón de fotomurales para elegir y me he estado informando. Es una opción divertida y diferente, además, si no te convence ninguno, en este caso, te asesoran o te crean uno personalizado.
Al principio me daba un poco de miedo lanzarme, me echaba un poco para atrás el hecho de que si me cansaba tenía toooda una pared hipotecada, pero son muy fáciles tanto de poner, como de quitar. Y, en cuanto encuentras lo que quieres y lo que va contigo, el cambio es espectacular.
Una foto de una ciudad increíble, un paisaje, una textura, un estampado geométrico... Cualquier cosa vale, eso sí, hay que pensarlo bien y darle un par de vueltas.
Yo todavía no me he lanzado, aunque poco me queda, pero sí que me he estado empapando bien de imágenes e inspiración y realmente creo que puede quedar muy muy bien. Además, como mi casa es pequeñita, creo que le puede dar más amplitud.
Qué me decís, ¿Os apuntáis a los fotomurales?
