Hoy quiero hablaros de un tema que, sin duda alguna, sale en muchas conversaciones y que muchas me preguntáis... ¿Tendrás un tercero? Hay a gente a quién le molesta que le pregunten este tipo de cosas, a mi no, creo que al final es simple "curiosidad", los humanos somos así de básicos, cuando tenemos novio la pregunta es: ¿para cuándo la boda?, cuando te casas ¿para cuándo el hijo?, cuando tienes uno ¿y el segundo?, pues ahora la pregunta es: ¿Te animarás a un tercero?
Yo, como muchas sabéis, soy de familia numerosa por todas partes. Mi madre son 10 hermanos, mi padre 8. Tengo 40 y pico primos (por no ponerme a sumar ahora mismo) y nosotros somos 5 hermanos. Por lo que siempre he sabido que mi familia sería numerosa, y Luis, que pobrecillo también puede opinar ;), también siempre ha dicho que, para él, el número perfecto de hijos es tres. Por lo que en este punto coincidimos, tres es un buen número para nosotros.
Cuando no tenía hijos decía, "si todo va bien, me gustaría tener tres hijos (había llegado a decir incluso cuatro) y bastante seguidos para que se críen rápido y pasar la "época mala" lo más rápido posible". Pero a día de hoy, y no sé qué diré de aquí unos meses, no me veo capaz de tener un tercer hijo, por el momento.
Sé que muchas estaréis pensando, "¡Loca si tus niñas son muy pequeñas!, ya tendrás tiempo". Lo sé, y no me agobio, ya vendrá, si tiene que venir, y cuando estemos preparados. Pero sobretodo, no quería escribir este post para contaros si tendré o no otro hijo, simplemente quería contaros cómo me encuentro yo ahora y por qué, de momento, queremos esperar. Y quiero contároslo porque de cara a la galería todas las familias parecen perfectas, pero tengamos claro que no es así. A veces las mujeres somos nuestra peor arma, escondemos nuestros sentimientos por el "qué dirán", cuando lo que necesitamos es un "a mi me pasa lo mismo" Así que... ¡Allá voy!
Me encantan mis hijas, las adoro y quiero con locura. Pero, para mi, estos tres años han sido bastante agotadores. Como ya he contado en alguna ocasión, Micaela es una niña muy movida y muy apasionada, lo que hace que cuando está feliz, sea la más feliz, pero cuando está enfadada, es la más enfadada. Por lo que, en muchas ocasiones, me siento como si estuviéramos en una lucha contaste.
Los terribles dos años... sí, eso de lo que nunca has oído hablar hasta que llegan, pues yo los pasé, y sí es cierto que ahora empezamos a ver la luz, han sido unos dos años intensos. Me levantaba y empezaban las "luchas". Que si en lugar de colacao en vaso lo quiere en bibe, una vez lo tiene en bibe, lo quiere frío y no caliente... y así continuamente hasta que consiguen sacarte de tus casillas. Lección que aprendí, que no te toreen, que son muy listos. Otro día os hablaré de mis consejos para esta época que si no me voy de tema...
Han sido tres años duros. Son dos niñas pequeñas, las dos reclamando, a su manera, la atención de su madre y, hasta que Moni no ha sido un poco "independiente", con independiente me refiero a que empieza a caminar, a entender y obedecer... y Micaela ha empezado a ver que no consigue nada gritando y llorando (esto aún lo estamos trabajando pero va a mejor), hasta entonces, no hemos empezado a ver un poco la luz al final del túnel. Hemos gritado, hemos llorado y hemos sufrido, pero sabemos que esto va a mejor.
Evidentemente son más los momentos buenos que los no tan buenos (o malos en algunos casos) pero a día de hoy no tengo energía, y lo que es peor, no tengo paciencia. Necesito más tiempo para mi, para Luis y para ellas. Tiempo de calidad, tiempo de hablar juntas, jugar, estar relajadas... para entonces, poder plantearme poder tener un tercero.
Un día leí en un blog a una chica que decía que ella no tendría tres porque, entre otras razones, sólo tiene dos brazos, uno para cada una, y que no se veía capaz de abarcar más. Yo ahora mismo me siento así, vale que Luis tiene otros dos brazos, pero aunque suene raro, no sabría dónde meter a un tercero ahora mismo.
Como me dice mi hermana (tiene 5 hijos), todo se puede, ya sacarás fuerzas y te acabas espabilando, pero también soy de la opinión (obvia opinión), que así como no hay dos hijos iguales, no hay dos madres iguales. Hay madres que están hechas de otra pasta, ni mejores ni peores, simplemente diferentes y que tienen una paciencia y una capacidad de sacrificio que yo ahora mismo no tengo, y quiero trabajarla. Pero no sólo por mi bien, también por el bien de mis hijas, si ellas nos ven a nosotros más tranquilos, ellas también lo estarán.
Así que, a la pregunta de si tendré o no tercero. Probablemente sí, pero ahora mismo todavía he de seguir aprendiendo a ser madre de dos y, cuando tenga la lección aprendida veremos qué.
Tenía pendiente este post, sois muchas las que me preguntáis acerca de los tratamientos que me hago con Mónica Ruiz tenéis su web aquí, que son muchos ya que es "mi salvadora". Durante el embarazo me controlaba pesa, en su estudio trabajan con una dietista también, y me hacía masajes para la retención de líquidos y la ciática. Post embarazo estuve combinando los entrenos con Ricky Castaño y los tratamientos de radiofrecuencia en abdomen para fortalecer y tensar la zona de la tripa que después de dos embarazos, estaba un poco blandurria.
Y, tras una año de haber tenido a Moni, me lancé con la radiofrecuencia facial. ¡Maravilloso invento! El efecto es como el del lifting, pero sin pasar por quirófano. Sientes cómo tu piel se tensa y rejuvenece. Tu aspecto es más vivo y, lo que es más importante para mi, te ves con mucho mejor aspecto.
Muchas diréis, pero si no tienes arrugas como para empezar con este tipo de tratamientos... No nos equivoquemos señoras, que no sólo es para quitarse arrugas, que también, sino que lo que la radiofrecuencia facial hace es que la piel caída y cansada vuelva a tensarse, vuelva a su sitio. Yo llevaba un tiempo en el que me veía mala cara. Sí, cansada y "envejecida" y es por eso que decidí hacerme el tratamiento y, con tan sólo 6 sesiones, noté una grandísima diferencia. Y desde la primera sesión notas cambio y aún a día de hoy mi piel luce perfecta (o casi).
¿En qué consiste la radiofrecuencia facial? Para hacerte el tratamiento, Mónica tiene una máquina Symmed, que, con diferentes electrodos y cosmética funcional aplicados sobre la piel, genera unas ondas de energía consiguiendo calor en profundidad en la dermis e hipodermis. Así estimulan las células encargadas de las fibras de la dermis: los fibroblastos, colágeno y elastina, activan la circulación sanguínea y linfática, oxigenando la piel para desintoxicarla, consiguiendo, de esta manera, difuminar arrugas, dar luminosidad a la piel, recuperar vitalidad, reducir bolsas y ojeras y dar firmeza, de nuevo, al óvalo facial.
Sin duda alguna éste es el tratamiento del momento para poder lucir perfecta. Os lo recomiendo muchísimo porque a mi me ha ido genial y, realmente, notas mucha diferencia desde el primer día. La gente me preguntaba, "¿pero qué ves exactamente?" Y yo decía... "Pues me veo más guapa".
Como ya os conté
hace un tiempo, con los embarazos, las niñas… cada vez siento que mi cuerpo se
resiente más y que he de cuidarlo el doble de lo que lo hacía antes.
Pues bien, hoy quería hablaros de una marca de productos de belleza natural que acabo de descubrir y que me ha encantado y, por lo tanto, me ha
parecido muy buena idea compartirlo con vosotras: Weleda.
Como sabéis soy
de las que me encanta probar productos nuevos de belleza pero nunca había
probado un aceite para masaje muscular. Así que, cuando descubrí este aceite para masaje natural, hecho con árnica, pensé que debía
probarlo, por poco que funcionara, me ayudaría con el dolor de ciática, las
piernas cansadas…
La verdad ha sido que, tras unas semanas probándolo de manera bastante habitual, he de decir que estoy encantada con el resultado de este producto y sus funciones. No es como ir al masajista, pero alivia, relaja y estimula. Tiene un efecto calor que favorece la recuperación de los músculos.
Como os comentaba, Weleda, es especialista en cosmética BIO y natural, por lo que sus productos y, en concreto, el aceite para masaje muscular, podemos usarlos en cualquier situación. Añadir también que tienen una gama increíble de productos para niños y, hablando de aceites, tienen un aceite para bebés que alivia los
cólicos. ¡Ideal!
Así que sin más,si sois de las que sentís pesadez en las piernas, dolores de espalda, cervicales, deportistas… no dudéis en probar este aceite, para mi se ha convertido en un básico en el neceser.